Por que siempre a mi me pasa
lo mas grande de la vida
cuando salgo de la casa
aunque se solo a la esquina
Ayer iva una mujer
de prodigiosa belleza
SalĂ de casa y la vi
Y asĂ perdĂ la cabeza
CogĂ raudo la guitarra y a interceptarla corrĂ
Y frente a ella entusiasmado mi amor le declare asĂ
Mujer, mujer tu deberĂas
Ser la diosa de mi mitologĂa
Seguro estoy que Palas Atenea
Muere de envidia cuando a ti te vea
Pobre de Venus Afrodita
Junto a ti se ha quedado chiquita
Mujer, mujer dime que si
No me dejes en el Limbo
Yo te convido a vivir
Conmigo allá en el Olimpo
Hablado:
Aquella Mujer se me quedĂł mirando
y no dijo ni si, ni no
TenĂa los ojos abierto, la boca abierta,
Ninguna expresiĂłn, tras darle muchas vueltas al asunto
Llegue a la conclusiĂłn de que estaba confundida
por mis citas mitolĂłgicas, Pallas Atenea, Venus Afrodita,
no habĂa entendido nada,
asi que decidĂ aclararle un poco mas mis intenciones
y ser mas directo
Mi amor, mi amor, mi amor
Mi amor yo te propongo
Que vengas conmigo a vivir
Verás que bien te pongo
Un apartamento amueblado
Con televisor
También aire acondicionado
Y refrigerador
Y por si esto fuera poco
Un carro tengo de paso
Con él te llevo al altar
Y contigo yo me caso
Y contigo yo me caso
Hablado:
Más claro ni el agua, pero ¡que va!
Aquella mujer me seguĂa mirando con los ojos abiertos,
la boca abierta, entonces llegue a la conclusiĂłn
de que estaba en presencia de una persona concreta,
que no le gustaba que le fueran por las ramas
y decidà aclararle un poco más mis intenciones
y ser más directo
Echa pa’ca macundona
Echa pa’ca vida mia
Veras que vamo a formar
Tremenda pornografĂa
Echa pa’ca macundona
Y tu verás que sencillo
To’el mundo corriendo en cueros
Con las manos en los bolsillos
Y aunque parezca señores increĂble
Se mantuvo esa mujer siempre impasible
Y llegĂł la explicaciĂłn
Con un grito de la esquina
Oigame compay por Dios
¡Deje a la sorda tranquila!
Dejela, deje a la sorda tranquila…