No me toques, no me toques con tus manos congeladas, no me mires con tus ojos que en verdad no miran nada. Y nunca me abraces, no haremos las pases, deja ya de usar disfraces.
No me asustas, no me gustas con tus dudas afiladas. No me harĂĄs boquear que la verdad ahora estĂĄ muy clara. Y deja de quejarte, lĂĄrgate a otra parte, no me importa lastimarte.