Viene un viento muy lento del mar, dónde irá. Trae un perfume húmedo de otra ciudad; el aliento del viento parece que crece y calienta, amanece.
Las penumbras alumbran la luz, sol de abril. Su cabeza sangrante levanté al salir, como un niño cariño aparece y ya crece la tierra lo mece.
Cuando nazca tu niño también, nacerá de tu vientre caliente, y su frente será como un sol que despunta, respuesta y pregunta que nacerán juntas.
Crecerá junto con otros mil como él, y en el mismo minuto de abril, al nacer, por abrir una herida al calor del amor, recibieron la vida.
De otros hombres aprenderá el nombre después, y si aprende el amor con dolor, va a tener hasta en el más lejano lugar un hermano, ese sol en las manos.